​Cocinar en familia: La alimentación sana empieza en la cocina

Inspirar a la familia y darles una habilidad para la vida que llevarán consigo dondequiera que vayan.

Cocinar es creativo, desordenado y divertido. Además, tus esfuerzos culinarios se verán recompensados con algo que (con suerte) ¡será delicioso de comer! Cocinar en familia o con nuestros seres queridos puede tener una influencia positiva y duradera en nosotros. Además de crear recuerdos y estrechar lazos, la cocina puede ayudar a toda la familia a apreciar los alimentos sanos cocinados en casa y a cultivar hábitos alimentarios para toda la vida que serán mejores para su salud cuando crezcan.

No hay que pasar por alto su importancia. En las últimas décadas, las tasas mundiales de obesidad y sobrepeso infantil han aumentado drásticamente. Esto se debe en parte a una dieta que contiene alimentos pobres en nutrientes, alimentos/snacks ricos en calorías y una cantidad insuficiente de frutas, verduras, cereales integrales y productos ricos en calcio (lácteos).

Las comidas que se hacen fuera de casa suelen tener más calorías, grasas saturadas y aportan menos micronutrientes, como calcio y fibra, que las comidas caseras. Por otro lado, comer más en casa se asocia a una mayor ingesta de frutas, verduras y productos lácteos con menos grasas y calorías.

Reúne a la familia: ¡es hora de convertir las comidas caseras en una nueva tradición!

Los beneficios de la comida casera

• Cocinar en casa y comer juntos ayuda a la familia a apreciar la comida sana. Los padres son modelos de conducta con sus elecciones alimentarias, lo que influye en la familia para que desarrolle un aprecio similar por los alimentos sanos. Un entorno cómodo y propicio de comidas caseras puede ayudar a reforzar estos comportamientos saludables.
• A todo el mundo le gusta comer la comida que ha preparado. Cuando la familia participa en la elección de los ingredientes y la preparación de las comidas, es más probable que prueben sus creaciones.
• La familia es más propensa a probar alimentos nuevos. Incluso si deciden que no les gusta lo que han hecho, la experiencia culinaria les ayudará a desarrollar una mente abierta y curiosa hacia nuevos alimentos.
• Cuando cocinan, los miembros de la familia se sienten empoderados, realizados e independientes. Les encanta decírselo a la gente: "¡Lo hice todo yo solo!" o "¡Ayudé a remover la salsa!". Cuando son capaces de preparar algo por sí mismos (por sencillo que sea) y servirlo a la familia, se sienten orgullosos y adquieren confianza. Ayúdales compartiendo recetas apropiadas para su edad que puedan elaborar.
• Cocinar es una forma genial de pasar más tiempo juntos. A la familia no hay que convencerla mucho para que se una a ti en la cocina. Aprovecha este tiempo para disfrutar de la compañía del otro y hablar de lo deliciosa -y buena- que va a ser su comida.

Comer comida casera tiene más beneficios de los que creemos. Puedes ahorrarte dinero, crear más tiempo para la familia, ayudarte a relajarte y permitirte controlar mejor tu ingesta de calorías.